Planificación anticipada: herramienta de gestión del comportamiento
Por qué planificar con anticipación ayuda con la gestión del comportamiento
Ir de compras, viajar en el automóvil, atender llamadas telefónicas, asistir a citas por usted mismo, visitar amigos: estos son momentos en los que puede ser difícil satisfacer las necesidades de su hijo y hacer las cosas.
En estas situaciones, existe el riesgo de un comportamiento difícil por parte de su hijo y de frustración, estrés o enojo de su parte. Esto es por algunas razones:
- Estás tratando de cuidar a tu hijo y hacer algo.
- Tienes que hacer algo o estar en algún lugar en un momento determinado.
- Tus hijos están aburridos.
Planificar con anticipación puede ayudarlo a manejar mejor estas situaciones difíciles. Puedes intentar usar nuestro siete pasos para planificar con anticipación. Estos pasos lo ayudan a pensar sobre las causas de los problemas de comportamiento y cómo manejarlos si ocurren.
1. Identificar situaciones desafiantes
Antes de poder planificar con anticipación, debe identificar situaciones que sean difíciles para usted y su hijo. Estos pueden ser momentos en los que se ha sentido estresado, frustrado o avergonzado por el comportamiento de su hijo.
Para comenzar, intenta resolver qué es lo que dificulta la situación. ¿Son demasiadas demandas, presiones de tiempo o aburrimiento? ¿O el entorno conduce a un comportamiento difícil de su hijo, por ejemplo, pagos con caramelos a la altura de los ojos?
También vale la pena pensar si puede evitar la situación o pedirle ayuda a alguien. Por ejemplo, puede quedarse en casa con su hijo mientras su pareja va de compras.
Si no puede evitar la situación, o cree que podría ayudar si su hijo aprende a sobrellevar mejor la situación, la planificación anticipada podría ayudar. Los siguientes pasos lo llevan a través de algunas ideas para planificar con anticipación.
Puede que le resulte útil leer más sobre cómo puede fomentar el buen comportamiento cambiando el entorno de su hijo.2. Haga las expectativas claras
Hable con su hijo antes de entrar en una situación difícil. Ayuda si tienes claro qué esperas de la situación y qué comportamiento está bien.
Con niños pequeños y preescolares, puede decir lo que espera. Los niños en edad escolar tendrán sus propias ideas, así que trabajen juntos para desarrollar algunas reglas específicas. Con los niños en edad escolar, este paso es más una negociación, pero aún tiene la última palabra.
Las reglas deben ser claras, simples y centradas en el comportamiento que desea ver. Por ejemplo, las reglas para la sala de espera de un médico pueden ser: 'Habla en voz baja', 'Pregunta antes de tocar', 'Sé amable con los juguetes y las revistas' y 'Juega en el piso junto a mí'. Es más probable que su hijo recuerde las reglas si no hay demasiadas.
También es una buena idea acordar de antemano lo que sucede cuando se siguen las reglas y cuando se rompen. Por ejemplo, para la sala de espera del médico, podría decir: 'Si te quedas cerca de mí y preguntas antes de tocar, puedes jugar con los juguetes o leer los libros. Si olvidas quedarte cerca o tocar sin preguntar, te sentarás en la silla junto a mí por un minuto '.
Verifique que su hijo comprenda pidiéndole que le explique las reglas y las consecuencias. Haga esto nuevamente justo antes de entrar en la situación difícil, por ejemplo, justo antes de pasar por la puerta de la cirugía del médico.
Las reglas familiares pueden ayudar a los miembros de su familia a llevarse mejor y hacer que la vida familiar sea más pacífica.3. Piense en su hijo como un 'alumno'
El comportamiento difícil puede suceder porque un niño no tiene las habilidades para hacer frente a una situación. Pregúntese cómo puede ayudar a su hijo a aprender qué hacer en situaciones difíciles. Aquí hay algunas sugerencias.
Déle a su hijo la oportunidad de practicar y triunfar
Cuando su hijo está aprendiendo una nueva forma de comportarse, será útil que pueda practicar el comportamiento y tener éxito en situaciones más fáciles. Una vez que se las arregla mejor, puede intentar situaciones más difíciles. Aquí hay unos ejemplos:
- Compras: planifique algunos viajes cortos de compras para unos pocos artículos.
- Visitas / visitantes: organice una serie de visitas cortas de / a un amigo o pariente.
- Llamadas telefónicas: organice una serie de llamadas telefónicas cortas.
Piense cuándo es probable que su hijo esté en su mejor momento
Si puede, planifique situaciones desafiantes en torno a la rutina de su hijo. Por ejemplo, trate de hacer citas directamente después de la siesta o merienda de su hijo.
Averigüe qué habilidades necesita aprender su hijo
Por ejemplo, si surgen problemas durante las llamadas telefónicas, es posible que su hijo necesite aprender a decir 'disculpe', cómo esperar a que responda, cómo aceptar su respuesta y cómo mantenerse ocupado y tranquilo. Estas son cosas de las que podrías hablar. También podría mostrarle a su hijo cómo hacer estas cosas y alabarlo cuando las haga.
4. Planifique maneras de ayudar a su hijo a mantenerse ocupado y comprometido
por niños pequeños, planifique algunas actividades que los mantendrán ocupados en situaciones difíciles. Tenga lista una 'bolsa de salida', con una bebida, un refrigerio y algunos artículos pequeños pero interesantes, por ejemplo, papel y lápices de colores, pegatinas o bloques.
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Con tu ayuda, preescolares y niños en edad escolar puede planificar actividades interesantes por sí mismos, o puede involucrarlos en lo que está haciendo. Por ejemplo, mientras compra en el supermercado, puede pedirle a su hijo que busque cosas en los estantes y las coloque en el carrito, o que identifique colores o palabras en las etiquetas. Al hacer cola en la oficina de correos, puedes jugar un juego tranquilo de 'espío' o '¿Quién soy yo?'
Puede realizar actividades especiales solo para viajes en automóvil o llamadas telefónicas. Estos podrían ser audiolibros, música, libros de calcomanías, etc.
5. Fomentar el buen comportamiento
Durante una situación desafiante, busque y aliente el comportamiento que le gusta. Tómese el tiempo para dejar de hacer lo que está haciendo de vez en cuando para decirle a su hijo cuándo le gusta lo que está haciendo.
Puede ser difícil recordar hacer esto, pero los elogios hacen que sea más probable que su hijo repita el comportamiento. Intenta alabar más de lo que criticas. Como guía, trate de elogiar a su hijo seis veces por cada vez que diga algo negativo.
Por ejemplo, durante un viaje de compras, puede alabar a su hijo por permanecer cerca, hablar en voz baja y ayudarlo a encontrar cosas. Si la situación difícil es una llamada telefónica, puede dejar de hablar brevemente para alabar a su hijo por jugar en silencio.
6. Usa las consecuencias por el comportamiento que no te gusta
Si pone en práctica los pasos anteriores, será más probable que su hijo se comporte bien. Pero es mejor planificar las consecuencias que usará si su hijo se porta mal.
La buena noticia es que la mayoría de las consecuencias que usarías en casa también puedes usarlas en otro lugar con algunos cambios. Por ejemplo, si está usando el tiempo libre en casa, también puede usarlo en viajes de compras haciendo que su hijo se siente o se pare a su lado por un corto tiempo en el supermercado.
7. Tener una charla de seguimiento
Puede ayudar hablar con su hijo después de haber estado en una situación difícil. Durante la charla, resalte las cosas que su hijo hizo bien y celebre el progreso que están haciendo juntos.
También puede señalar una o dos cosas que su hijo podría hacer de manera diferente en el futuro. Estos pueden convertirse en sus objetivos para la próxima vez.